jueves, 16 de junio de 2011

Hangzhou

2 septiembre 2002
Hangzhou es la capital de la provincia china de Zhejiang. Su importancia después de la construcción del Gran Canal la convirtió en un gran centro comercial de la zona, y posteriormente fue la capital de la dinastía Song. En la actualidad tiene unos dos millones y medio de habitantes, que es una ciudad pequeña comparada con otras del país.


Parque de Hangzhou

Rodeada de parques, estanques y lagos, es considerada como una de las ciudades chinas más románticas. El lago del Oeste es uno de sus principales lugares de interés. Rodeado de montañas por casi todos los lados, desde las barcas se puede divisar gran cantidad de edificios, puentes, pagodas y fuentes. Se puede rodear andando (son unos 15 kilómetros) o pedaleando en bicicleta, pero nosotros lo conocimos en un pequeño crucero de una hora. 
Dentro del lago se encuentran cuatro islas, a las que os podéis acercar con las barcas dependiendo del recorrido que contratéis. Nosotros lo visitamos por la mañana, pero sin duda los atardeceres deben ser espectaculares.


Lago del Oeste - Hangzhou


Lago del Oeste - Hangzhou

Una vez terminado el pequeño crucero, nos dirigimos a la Pagoda de las Seis Armonías. Construida por la dinastía Song a finales del siglo X, y que fue destruida y reconstruida de nuevo en el siglo XII. Se utilizó como faro para dirigir la navegación por el río.  Mide aproximadamente 60 metros y parece que tiene 13 pisos, pero realmente son siete. Su nombre proviene de los cuatro puntos cardinales, más el cielo y la tierra. Otras interpretaciones dicen que hace referencia a seis preceptos budistas: armonía del cuerpo, mente, palabras, opiniones, pobreza y abstinencia. 


Pagoda de las seis armonías

Nota 27-Junio-2011: El Lago Oeste ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Al noroeste del Lago Oeste se encuentra el templo Lingyin (traducido como el templo del Alma escondida o de la retirada del alma). Este templo budista fue construido en el año 326 por un monje hindú. Durante la época de su máximo esplendor albergó hasta 3.000 monjes, y tuvo que ser reconstruido hasta 18 veces. Sufrío grandes daños durante la Revolución Cultural China. 
En el camino junto al río hacia el templo, se pueden visitar una serie de cuevas con esculturas de buda esculpidas en piedra. La más conocida es un Buda Maitreya sonriente y regordete. El templo en sí consta de cinco pabellones sucesivos, entre los que se encuentra un edificio con cientos de estatuas de bronce, y el Salón de la Magnificencia que tiene una estatua de Buda Sakyamuni sentado tallado en madera de alcanfor y recubierto de oro.
Durante nuestra visita pudimos ver un ritual budista con música y tambores. Mientras se celebraba la ceremonia no se podía acceder al pabellón central, y tuvimos que colocarnos tras una valla para poder observar a los monjes con túnicas amarillas.


Cuevas a la entrada del templo del alma escondida - Hangzhou



Templo del alma escondida


Escultura de Buda Sakyamuni - Hangzhou

Al día siguiente y antes de partir en avión hasta nuestro siguiente destino, pudimos visitar algunas farmacias tradicionales chinas, en las que encuentran todo tipo de productos extraños; desde raíces de plantas bastante desconocidas, flores, especias, animales secos o serpientes en tarros de cristal. 


Farmacia tradicional china en Hangzhou


Serpientes en una farmacia de Hangzhou

Nuestro siguiente destino Guillin, uno de los lugares más fascinantes del país y posiblemente del planeta.

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